Como bien dice el nombre este estilo de tatuajes busca reproducir de la forma más auténtica la realidad en la piel. Supone un gran dominio por parte del tatuador ya que requiere una técnica precisa para conseguir el mejor acabado.
Pero ya no solo técnica, es un estilo que tiene una gran carga emocional. Quienes se tatúan por este estilo quieren recrear situaciones, personas, animales importantes para ellos. Es el caso de Andrea, una joven amante de los tatuajes y los animales, que decidió tatuarse un retrato de su perro Sultán y a ella y él paseando.
La evolución de las máquinas
Si bien muchos otros estilos tienen una historia pasada muy larga y con gran importancia para su desarrollo, esto no ocurre con el realismo. Es verdad que procede del estilo artístico realismo, que se desarrolló en Francia en la década de 1850, pero no hay nada más allá.
El crecimiento de este estilo se debe a la mejora de las máquinas de tatuar cuando comenzaron a ser más precisas. Esto permitió que este estilo fuera posible y los acabados fueran auténticos. Es un estilo relativamente nuevo comparado con otros como Old School, pero ha sufrido diferentes evoluciones. En un inicio solo eran tatuajes completos en blanco y negro, ahora muchos de ellos son a color.
Características de este estilo
Al ser un estilo que lo que pretende es plasmar la realidad de la manera más precisa posible sus características están muy definidas. Son tatuajes principalmente a blanco y negro, ya que es más “sencillo” conseguir un mejor acabado así. Pero eso no limita a que haya una entera disposición de colores para conseguir un increíble resultado.
El uso del sombreado es muy importante en este estilo ya que permite dar la profundidad deseada y que el tatuaje sea un auténtico calco a la fotografía.
Otra de sus características más destacadas es el tamaño, en su mayoría son tatuajes de grandes dimensiones para plasmar todos los detalles con la mayor precisión posible.
Los temas son muy característicos de este estilo. Esta plagado de retratos, escenas de la naturaleza, animales y personajes mitológicos e históricos.
No son tatuajes que requieren poco tiempo precisamente, la precisión y complejidad de este estilo provoca que se lleven a cabo varias sesiones y cada una de ellas dedicada a diferentes partes como hacer la figura, sombrearla.
Este estilo es muy querido por los tatuadores ya que su complejidad es un reto para ellos. Diana, del estudio de tatuaje La Venenosa, recalca su afición por hacer este tipo de tatuajes:
“a mí personalmente, por ejemplo, lo que me gusta, siempre siempre me va a gusta es el retrato, hacer retratos. Las caras a mí es lo que me pierde, me gusta mucho”.
El realismo en Zaragoza
La complejidad de este estilo no ha limitado a los tatuadores zaragozanos, hay varios de ellos especializados en él. Puedes ir a tatuarte a La Venenosa u Old School Tattoo.
Autora: María González